¿Qué es mejor, la creatina o la proteína?
En fitness y rendimiento, la duda es frecuente: ¿creatina o proteína? No compiten; hacen cosas distintas y, según tus metas, una puede ser prioritaria… o pueden complementarse.
Qué hace cada una
Creatina: aumenta las reservas de fosfocreatina en el músculo. Con más fosfocreatina, regeneras ATP más rápido y puedes empujar más repeticiones/peso en esfuerzos breves e intensos (fuerza, potencia, sprints). Proteína: aporta aminoácidos esenciales para reparar y construir tejido muscular tras el entrenamiento. Sin suficiente proteína, el crecimiento se estanca aunque entrenes bien.
Beneficios en corto
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Creatina: más fuerza y volumen de entrenamiento, pequeñas ganancias de masa a mediano plazo por entrenar más duro.
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Proteína: mejor recuperación, mantenimiento/ganancia de masa, mayor saciedad y apoyo al control del apetito.
¿Cuál te conviene?
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Quieres levantar más y rendir mejor en series cortas/intensas: empieza por creatina.
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Te cuesta llegar a tu meta proteica diaria con comida: prioriza proteína en polvo (p. ej., albúmina de huevo).
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Buscas ganar músculo con eficiencia: usa ambas: proteína para cubrir requerimientos diarios y creatina para entrenar más fuerte.
Cómo usarlas (guía práctica)
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Creatina monohidratada: 3–5 g diarios, cualquier hora. La carga es opcional; lo importante es la constancia. Tómala con agua; si te es más cómodo, junto a una comida.
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Proteína en polvo: 20–30 g por toma. Úsala después de entrenar o en la comida donde te falte proteína. Como referencia para quien entrena: 1.2–2.0 g de proteína/kg/día sumando comida + suplemento.
¿Se pueden combinar?
Sí. Ejemplo simple: post-entreno toma tu porción de proteína; en el día asegura 3–5 g de creatina. Se complementan: una mejora el estímulo (creatina), la otra aporta los ladrillos para construir (proteína).
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Creatina y proteína son seguras en dosis habituales. Si estás embarazada/lactando, tienes enfermedad renal o hepática o tomas medicamentos, consulta antes con un profesional.
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Bebe agua suficiente y mantén una alimentación equilibrada: los suplementos no sustituyen comida real, sueño ni un buen programa de entrenamiento.
Idea clave: no se trata de “creatina o proteína”, sino de qué necesitas primero según tu objetivo. Para fuerza y potencia, creatina. Para recuperar y construir músculo, proteína suficiente. Para resultados óptimos, úsalas juntas con constancia dentro de un plan bien diseñado.
